El Acuerdo Sykes-Picot

Una mañana de abril de 1920 Francia y Reino Unido arrancaron una conferencia en una pequeña población de la Riviera italiana y cuyo objetivo era oficializar el reparto del Medio Oriente otomano.

París se quedaría con Líbano y Siria, mientras que Londres tomaría el control de Irak y Palestina, según lo acordado en la conferencia de San Remo, celebrada del 19 al 26 de abril de 1920.

Esta repartición entre las dos grandes potencias coloniales de la época se había pactado cuatro años antes, en una reunión secreta en la que, con el consentimiento de Rusia, el francés François Georges-Picot y el británico Sir Mark Sykes negociaron el ahora famoso Acuerdo Sykes-Picot.

Aquella semana primaveral no solo se sentaron las bases de las actuales fronteras de Medio Oriente, sino también de muchos problemas que continúan en la actualidad.

“Las consecuencias de lo ocurrido en San Remo son dramáticas y no solo lo que pasó en esa conferencia. Durante muchos años Francia y Gran Bretaña tomaron decisiones que acabaron creando Estados sin naciones, porque las naciones no tuvieron el derecho a expresarse”, dice Jean-Paul Chagnollaud, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Cergy-Pontoise y especialista en Medio Oriente.

“Muchos de los problemas que hoy vemos en Palestina, en Líbano, en Irak o en Siria están vinculados evidentemente con lo que sucedió en 1920 y luego en 1921, 1922 y 1923”, prosigue el también director del Instituto de Investigación y Estudios del Mediterráneo y Medio Oriente (iReMMO).

El centenario de la firma del tratado de Sykes-Picot en 2016 generó un gran interés mediático. Sin embargo los cien años de la Conferencia de San Remo pasaron, por la mayor parte, sin pena ni gloria.

Esto se debe quizá a lo trascendental que se volvió el primer acuerdo cuando se hizo público, por el secretismo de las negociaciones entre François Georges-Picot y Sir Mark Sykes, dos aristócratas que creían en la noción de que la gente en Oriente Medio estaría mejor bajo el dominio europeo.

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